Paul Preston desescombra enter un arsenal de escombros, la mentira cotidiana de Francisco Franco. Durante cuarenta años, España era un país donde anidaba la apariencia y el embuste. Se convertian en verdad, las mentiras qeu convenían a Franco, se maquillaba todo, se trucaba todo, se manipulaba todo. Sainz Rodríguez se cachondeaba del dictador y ronroneaba: "Es como Maricuela que se tapa la cara y se deja el culo fuera".
L. M. Ansón
Parece que, 40 años después, no habéis cambiado tanto
4 comentarios:
Yo te diría;
1. Que mentir sobre una mentira es mentir.
2. Que no me gusta ese culo.
3.
otra pista: el dueño de ese culo nunca ha fumado
Paul Preston desescombra enter un arsenal de escombros, la mentira cotidiana de Francisco Franco. Durante cuarenta años, España era un país donde anidaba la apariencia y el embuste. Se convertian en verdad, las mentiras qeu convenían a Franco, se maquillaba todo, se trucaba todo, se manipulaba todo. Sainz Rodríguez se cachondeaba del dictador y ronroneaba: "Es como Maricuela que se tapa la cara y se deja el culo fuera".
L. M. Ansón
Parece que, 40 años después, no habéis cambiado tanto
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