son una invención del hombre.
Por eso no voy a pensar más,
imagínate.
Dos cuerpos son lo mismo
que dos almas.
Y si el alma no existe,
como intentas demostrarme
cada día,
olvidas que aquí hay algo
que duele que sangra
que ríe
y es solamente mío.
Pero con qué hermosura
y respeto la piel
cubre la sangre
los huesos, las vísceras.
No hay más amor que eso.
Así la mirada es el horizonte,
secreto que encierra
el más allá, porque somos
aquello que miramos.
Soy el paisaje de esta tierra,
tiempo hacia dentro que
no puedes tocar.
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