25.9.08

Renegao

Por si acaso, por si las moscas, por adelantado y porque vuelvo a tener insomnio: yo abjuro. Abjuro de aquello en lo que me pudiera convertir, aunque sea remotamente. Reniego de cualquier asociación futura que me llegara a unir con alguien que no se sintiera paria. Renuncio a pertenecer a ninguna élite, y, con muy especial énfasis, a todas aquellas que me quisieran admitir.

Abjuro de los listos, de la cultura, de los mensajes sesudos, de los ensayos, de las ciencias no experimentales, de la música socialmente aceptada, de los desfiles de moda, de las reuniones de compromiso y por compromiso, de las sonrisas pagadas y de las caderas contoneadas de mala fe.

Reniego del Maligno estratificado, y, muy en particular, de su cornamenta, donde se agolpan tantos que creen ser tan pocos. Reniego de la amnesia satánica que azota a los que llegaron adonde querían, pero que olvidaron todo el camino que recorrieron.

Mediante el presente escupitajo mental (o post) me comprometo a ser, ad eternum, un gamberro incorregible, a no tomarme nunca en serio, a tratar por siempre jamás a mis lectores primigenios como a amigos del alma, y a pitorrearme de todo aquel que no sepa hacerlo de sí mismo.

Declaro, ya puesto, que jamás dividiré a los que me rodean entre los que están y los que no, los que llegaron y los que se quedaron, los que supuestamente pintan algo y los que, injustamente, no pintan nada; así como que me aferraré a mi independencia como loco a su imaginada cordura, pues sin ella no hay libertad, y sin libertad, no hay.

Reniego, no podía olvidarme de ello, de adorar a los falsos ídolos como el éxito, el reconocimiento o la notabilidad, propios o ajenos, y me comprometo a ser devoto de los verdaderos valores que tallan el espíritu humano desde el inicio del tiempo: la ilusión, las ganas, la bondad, la generosidad, la humildad, la piedad y el perdón.

Para acabar, prometo solemnemente dedicar lo que me resta de vida a aprender a escribir y, ya de paso, a hacerlo, ni que sea por practicar. Sea este el propósito de mi existencia, sea todo lo demás secundario. Amén.



Pd: Por si no se habían enterado.
Imagen: Renegao (Udnie) Picabia.

Leído; Aquí.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Blogger Antonio dijo...

Hola!.
Me acabo de enterar.
Tranki ;-)

Antonio dijo...

Vale, original.
¿Te gusta la canción?.

Anónimo dijo...

Me gustaría saber qué pinta aquí mi último texto.

Al menos que el link apunte a la home de mi blog, ¿no?

¿Y lo de "Renegao"? No entiendo nada... En fin.

P.D.: Que ya me parece bien, que conste. Meramente no entiendo nada.

Antonio dijo...

Hola!

Nada, me había gustao y lo he publicado. Me parecía muy sugerente sobre mi propia situación personal y el principio de sincronicidad. Si te molesta, puedo borrarlo.

Descubrí tu blog al poner en Google BorreguitoS, que somos nosotors, y lo primero que publiqué fue un haiku de la Sra. británica esta que hace poesía cuántica.

El artículo de hoy, creo que escribes en ADN, no?, me había gustado, personalmente, y por eso lo publiqué.

Aquí tienes tu casa.
Espero no te haya molestado. Si es así, te repito, lo elimino. No problem ;-) Pero expresa muy bien mi idea y sentimieteno.

Lo de "Renegao" lo he puesto de título porque es algo que escribes mucho en el artículo. Renegao o Denegao (sic) es el título del lienzo de Picabia, que me recuerda a la "cuestión española" y también era el nombre clave de Obama para su equipo de Seguridad en la Campaña Electoral.

Un placer y
Muy Bien Escrito.

Abrazos

Anónimo dijo...

Nada, yo encantado, sobre todo de que te haya gustado.

Saludos.