10.12.07

Fritanga Planetaria

Aunque considero sobradamente demostrada nuestra preocupación por mantener las cosas más o menos verdes y sanas en nuestra pradera borreguil, sirva este post para abundar en lo dicho y comentar lo nuevo en otros pastos...

Avalado por Greenpeace, hace poco se ha publicado un libro llamado Planeta Frito [Urano], donde su autor nos recomienda unas soluciones fáciles para colaborar a ir enfriando la sartén del cambio climático donde, al parecer, nos seguimos friendo. Bajo la caótica teoría de que pequeñas acciones individuales pueden provocar cambios globales, se nos indican las siguientes propuestas:

* Usar nuestras propias bolsas de tela a la hora de comprar. Eso sí, las telas tendrían que estar personalizadas y no tener forma de bolso, para que nos dejen entrar con ellas en las grandes superficies sin levantar mayores sospechas. En algunas conocidas multinacionales de hamburguesas ultrarrápidas siguen usando bolsas de papel, pero a lo mejor la tela es más ecológica...
* Disminuir el consumo de productos de limpieza del hogar. Siempre me gustó la idea de que el portal de mi casa estuviese mucho más limpio que mi cuarto de baño. La razón expuesta por el autor es: la obsesión que se ha creado con los gérmenes y microbios ha llevado a que se adquieran todo tipo de productos químicos que, combinados, causan efectos desconocidos. Es mejor, por tanto, seguir desconociéndolos, por el bien de la Ciencia.
* En cajeros automáticos, parkings, etc. si no se necesita comprobante, mejor no pedir recibo ya que se pueden ahorrar cantidades significativas de papel y tinta. Y si lo necesitamos, que nos lo manden por email. Al fin y al cabo, la tinta ya la hemos empleado en personalizar nuestra bolsa de la compra.
* No dejar los aparatos en stand by. Es decir, apagarlos de verdad, desde el interruptor de detrás de la puerta de la calle.
* Cocinar en microondas en lugar de en el horno eléctrico convencional. Gastarás hasta 4 veces menos energía. Problema: las pizzas no quedan demasiado bien en un microondas. Pregunta: ¿podremos seguir disfrutando entonces de la barbacoa en el chiringuito?
* Lavar en frío y olvidarse del prelavado. Espero que no incluya esto a las personas humanas :)
* Teletrabajo: muchas tareas podríamos realizarlas directamente desde casa y con un coste mucho más bajo, además del ahorro de energía y tiempo. Esto se lo deberían comentar a mi jefe, a mí me encanta currar en pijama, se pierde mucho tiempo de sueño en vestirse.
* Casual Summer: Extender la política de algunas empresas de vestir informalmente los viernes (casual Friday) y hacerlo durante todo el verano (vacaciones incluidas, claro). Podríamos poner la temperatura del aire acondicionado más alto ahorrando emisiones de CO2. Como decía Thoreau, evitad cualquier empresa que os requiera comprar un vestuario nuevo...

Tras mucho pensar y un café recalentado en microondas, me apunto a la conclusión de Eduardo, el cambio climático se arregla de inmediato llenando el mundo de becarios.

1 comentario:

Antonio dijo...

La costumbre no es la naturaleza, aunque esté bien educada, y atada por mil hilos invisbles.

¿Fiarme del monstruo?
Como si no supiera qué es el rostro
del mar en calma
y de sus quietas olas.