Cero patatero

Últimamente, con tanto desfile postelectoral, con el enésimo máximo histórico de la gasolina, con la recuperación del terrorismo como preocupación generalizada, y tras la operación renta 2006, me he encontrado con una nueva muestra de la cacofonía de barbaridades y sinsentidos que, por desgracia, abundan en nuestro maravilloso portal de multas llamado BOE:

En el próximo curso, nuestros futuros compañeros o sustitutos de trabajo, actualmente alumnos de primaria y secundaria (de 6 a 16 años), carecerán de la oportunidad de obtener una calificación cero en su nota final. Esto es, la nota mínima de cualquier alumno será el 1, y la máxima, el 10.

El cero es un número importante, como demostraron en su día los árabes, pero para el Ministerio de Educación resulta un elemento prescindible del acervo de calificaciones que los niños llevarán a sus casas cada trimestre. De esta forma, si un profesor califica a un alumno 10 veces seguidas con un cero en una evaluación, la calificación final será el regalo ministerial de un punto.

Entre las curiosas razones esgrimidas por nuestro estimado Ministerio encontramos que es imposible que el alumno acabe el año con ningún conocimiento de la asignatura, que no haya tenido ningún aprovechamiento. Otro de los argumentos es que el cero tiene efectos psicológicos negativos para el estudiante. Parece que el espíritu de Freud inunda las calenturientas mentes de nuestros gobernantes y legisladores actuales, pues, ¿es mejor decir que un alumno tiene 1 punto de conocimiento para suavizar el hecho de que no tiene ni puñetera idea de nada? (Recuérdese: nada = ausencia de algo = cero patatero).

Esto me recuerda el fallido intento de hace 20 años de evaluar los suspensos con las siglas NM (necesita mejorar), y que el alumnado interpretó siempre con otras variantes, aún más jocosas, como Ni Mú, Nada Menos, Nota Máxima, etc. Por cierto, que igual les convendría incluir alguna asignatura de destrozo de material sobrante para alumnos estresados, en plan deroombing (derrumbing).

Recomiendo la lectura completa del artículo de elpais.com y el aséptico post de ecobachillerato.com.
(Imagen: wikipedia)