Durante toda una vida se construye. En los peores momentos vacila. Con la desilusión se deshace. El asombro la rearma. La estupidez la aleja. El enojo la desentiende. El vacío se refugia. La banalidad la oculta. La compasión la llama. La ira la desdibuja. Los orígenes nos la devuelven. Pero por sobre todas las cosas, el tiempo intenta mantenerla.
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