Érase una vez que se era, en una región muy probe de un país muy lejano, que había una Vice-Consejera que era muy, pero que muy lista y muy fea.
Era tan lista que, cuando en el resto del país hacían un Plan General, ella sacó otro Plan General de la manga, sólo para su comunidad, que iba en contradicción con el Plan General Nacional. Además, en su Plan, con menos recursos y prestaciones que el Plan General, excluía a los ancianos que estuvieran bajo el influjo de la locura de la Luna, esto es, casi un 10% de la población anciana de aquella lejana y probe región.
Era tan lista que, cuando en el resto del país hacían un Plan General, ella sacó otro Plan General de la manga, sólo para su comunidad, que iba en contradicción con el Plan General Nacional. Además, en su Plan, con menos recursos y prestaciones que el Plan General, excluía a los ancianos que estuvieran bajo el influjo de la locura de la Luna, esto es, casi un 10% de la población anciana de aquella lejana y probe región.
Como era una Vice-Consejera tan lista y no le importaba que sus conciudadanos tuvieran menos oportunidades que el resto de ciudadanos de aquel país de cuento, no le importó pelearse, ser denunciada y condenada por pegar a una mujer embarazada, pero ella siguió a delante con su Plan, que fue impugnando por algunos hombre sabios en los Tribunales de su región. Para protegerla y que no supieran lo lista que era, a pesar de haber llegado sólo hasta modistilla, la Nombraron Vice-Consejera de la cosa de Cultura, y ahí la dejaremos por hoy.
Después de eso, en aquella misma y lejana región, como era tan probe y la gente tan tonta, crearon un Observatorio de los listos, intrépidos y muy políticamente correctos al que destinaban, cada año, más de 100 millones de rupias de la época. Este Observatorio era para vigilar, en todo aquel país, los desmanes que podría causar mujeres como la Vice-Consejera de aquel lugar, pero pronto quedó en agua de borrajas.
Con 300 millones de rupias en tres años, recibieron muchos Premios, se pusieron como objetivo a los más desfavorecidos, esto es los jóvenes con el influjo de la Luna y las mujeres que no podían valerse por sí mismas y contrataron a dos personas, una mujer que no podìa valerse por sí misma y otro joven bajo el influjo de la Luna, que les salían muy baratos y además quedaba muy bien, reservandose así, el 99% restante de los 300 millones de rupias. Además, el Observatorio se había creado, curiosidades de la vida, en un sitio que estaba considerado de interés estratégico por un fuerte país extranjero sin que nadie supiera bien porqué, en un lugar donde además, empezaba todos los años la Feria de los Cuernos que llenaba de oro y de sangre las plazas de aquel Reino de cuento, donde los ancianos, los jóvenes con el influjo de la Luna y las mujeres que no se podían valer por sí mismas, a nadie parecían importar.
Con el tiempo se supo que, la Vice-Consejera modistilla y el Vice-Observador, eran muy amigos de segunda Generación y la Historia siguió aún más allá, pero esa es otra historia y será contada en otro momento...
1 comentario:
pero fea, fea
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