Kinder Buenos

Ayer fue un día especial para los niños, y creo que para nosotros, que también lo fuimos (y para algunos que aún se vanaglorian -y no sin razón- de seguir siéndolo).

A la clásica pregunta de qué diferencia a un niño de un adulto una vez respondí que, pubertades aparte, la exigencia de responsabilidades. Somos nosotros, los mayores, padres, los que debemos exigirnos esa responsabilidad día a día y hacer que esta generación futura encuentre un mundo mejor, quizás más justo, quizás más sabio.

Mientras algunos se peleaban un año más por exaltar o denostar a dictadores ahora aplastados por enormes crucifijos, en el día de su respectivo aniversario de defunción, casi todos olvidamos que sólo dos países: Somalia y Estados Juntitos (que diría el maestro Ibáñez), no se han acogido a este convenio o tratado en defensa de los derechos del niño, el último de ellos por no poder aceptar la prohibición de la Pena de Muerte.

Ellos sólo quieren "Kinder" Buenos.